Fobia a los gatos
Algo que podría sorprender es saber que al menos el 9% de la población mundial padece de algún tipo de fobia. La mayoría de estos casos están asociados a miedos intensos relacionados con los animales. Por lo que si padeces de fobia a los gatos ¡no debes sentirte solo! Hay muchas personas como tú allá afuera. Y eso ha hecho posible el desarrollo de técnicas para su tratamiento.
Aunque los gatos son unos de los animales domésticos preferidos dentro de los hogares, la verdad es que no todos aman a los mininos. El rechazo en algunas personas es tan fuerte que incluso podríamos catalogarlo como algo que va mucho más allá: una fobia.
Muchos de nosotros no solemos ver a los gatos como una amenaza, de hecho diversos estudios científicos han determinado que los felinos pueden ser beneficiosos para la salud humana. Sin embargo es necesario que recordemos que las fobias dependen muy poco de la racionalidad.
Es por ello si tú o alguien muy importante para ti sufre de fobia a los gatos hoy te contaremos todo sobre ella. Acompáñanos a descubrir de que se trata, cuáles son sus causas y como podemos superarla para siempre ¡quédate junto a nosotros y descúbrelo enseguida!
Qué es y como se llama el miedo a los gatos
Cuando hablamos de una fobia estamos haciendo referencia a algo que es mucho más que un simple temor ordinario. Se trata de un trastorno de ansiedad que se presenta a través de un miedo intenso, irracional y fuera de toda proporción. Estos están asociados a situaciones muy específicas que suelen involucrar ciertos elementos o situaciones.
En el caso de la fobia a los gatos esta se presenta como un temor desmedido. El mismo puede provocar reacciones involuntarias a quien la padece al hallarse frente a la presencia de un gato. Incluso aunque el felino no esté representando una amenaza real.
Esta fobia recibe el nombre de ailurofobia, que tiene su origen en los términos griegos ailuros, que significa gato y fobia que quiere decir miedo. Se trata de un padecimiento bastante común y los primeros casos registrados de este padecimiento se remontan a los tiempos del medio evo. Durante este período histórico los gatos ganaron muy mala fama por culpa de las supersticiones religiosas.
Síntomas que provoca la fobia a los gatos
Al igual que otros padecimientos asociados al grupo de los trastornos de ansiedad, la sintomatología que se presenta como producto de la fobia a los gatos es bastante específica. Tanto así que es incluso posible que al sufrirla hayas experimentado ataques de pánico que no has sabido ni siquiera como identificar.
Saber a lo que enfrentas te ayudará también a descifrar como lidiar con ello. Es por eso que enlistaremos los síntomas que suelen acompañar a la ailurofobia:
- Mareos y malestar intestinal: aunque los síntomas que pueden presentarse no son solo físicos, los mareos y el malestar intestinal ante la presencia de un gato podría indicarnos que las cosas van mal.
- Hipervigilancia: estar siempre atentos de manera extrema cada vez que salimos a la calle, bajo la creencia de que un gato podría estar acechándonos en cualquier lugar al que vayamos.
- Ataques de pánico: la fobia a los gatos pueden llegar a causarnos incluso consecuencias sobredimensionadas como los ataques de pánico. Estos se evidencian a través de signos como la agitación, sudoración en las manos, dificultad para respirar y aceleración del pulso.
- Falta de control: Se trata de una sensación que invade a las personas cuando están ante la presencia de un gato. Aunque muchas veces se está consciente de que se trata de un miedo irracional, la víctima se siente presa del pánico y no puede controlar sus reacciones. Esto puede presentarse de muchas maneras, desde desmayos hasta reacciones violentas, incluso en las personas más pacíficas.
- Reacción de lucha huida: Preparar a nuestro cuerpo para huir de manera inmediata al sentirnos amenazados ante la posible aparición de un gato. Esto genera que se eviten muchas situaciones, como salir a la calle por creer que podemos encontrarnos con un felino, o evitar visitar a alguien que tenga un minino en casa.
- Experimentar algunos de estos síntomas incluso cuando los gatos no están presentes: Es posible que en los casos más agudos de ailurofobia las personas puedan experimentar un miedo que los lleve a la irracionalidad con la sola mención de un gato o al visualizar una imagen de ellos en su mente o de forma digital.
¿Por qué se tiene fobia a los gatos?
Dentro del diverso e irracional mundo de las fobias, el miedo a los gatos es uno de los más comunes. Los orígenes de la ailurofobia pueden estar sujetos a distintas situaciones que la víctima se haya visto obligada a atravesar.
Tomando esto en cuenta hemos preparado para ti un contenido a través del cual podrás conocer cuáles son las causas más frecuentes por las que suele desencadenarse la ailurofobia. Tal vez leyendo entre ellas encontrarás alguna con la cual puedas sentirte identificado.
Traumas de la niñez
Por regla general todas las fobias tienen su origen en nuestra primera niñez. Durante el inicio de nuestra infancia somos seres sensibles que apenas comienzan a entender como moverse dentro del mundo. Es por ello que quizá un accidente como una mordida o un arañazo por parte de un gato a una edad temprana puede quedarse dentro de nuestro subconsciente como un evento traumático.
Este trauma puede sobredimensionarse con el paso de los años. Haciendo que nuestros instintos perciban a todos los gatos con los que podamos interactuar como posibles atacantes. Para una persona que sufre de ailurofobia no importa si el animal es manso o agresivo, el miedo irracional igual se apoderará de su ser.
Aprendizaje por transmisión
Si nos hemos rodeado de pequeños por figuras de referencia como nuestros padres, hermanos mayores o cualquier persona que encarne una figura importante de autoridad que teme a los gatos es posible que terminemos desarrollando un proceso de aprendizaje asociativo, o aprendizaje por transmisión que nos condiciona a sufrir de fobia a los gatos.
Así mismo, el hecho de escuchar repetidamente cosas como “no te acerques a los gatos”, “ten cuidado con los gatos” o “mira que pueden ser peligrosos” puede crear en los más pequeños síntomas de incomodidad y rechazo hacia estos animales.
Estudiosos expertos en salud mental han definido a este fenómeno como condicionamiento clásico o aprendizaje de estímulo, y es una de los principales motivos por los cuales las personas suelen padecer fobias relacionadas con los animales, tal como lo es la ailurofobia.
Antiguas supersticiones
El miedo a los gatos no es nada nuevo. De hecho se dice que durante el siglo XIII el Papa Gregorio IX ordenó una matanza de felinos, puesto que a estos animales se les asociaba con la brujería y la magia negra. Incluso existen hipótesis que señalan que esta es una de las razones por las que un siglo más tarde la peste negra terminaría azotando a toda Europa.
Para las personas con un fuerte sistema de creencias basado en las supersticiones los gatos (especialmente los negros) pueden representar un peligro que los lleve a desarrollar un miedo tan irracional como la ailurofobia.
Orígenes genéticos
Además del aprendizaje por transmisión existen otras teorías que ligan a nuestros lazos familiares como causa de las fobias. Los científicos expertos en estos temas han determinado que algunos rasgos de personalidad pueden heredarse, entre ellos los asociados con la ansiedad.
Esto quiere decir que los genes de algunos individuos podrían predisponerlos a sufrir de este tipo de fobias con mayor facilidad que a otros.
Fobia sin motivos específicos
Aunque se trate de casos muy raros, existe la posibilidad de que una persona pueda desarrollar una fobia a los gatos sin ningún tipo de motivo aparente. Esto puede ser también por falta de contacto con los felinos o porque simplemente no se les tiene en estima.
Además, incluso si te parece poco probable hay quienes pueden quedar marcados por una pesadilla y terminar desarrollando a causa de ello una fobia terrible a los gatos.
Cómo perder y superar el miedo a los gatos
Al ser los gatos animales con una presencia tan extendida dentro de nuestra sociedad es normal que la ailurofobia nos haga sentir aislados del resto. Esto ocasiona a su vez que podamos perdernos un sinfín de cosas que anhelamos disfrutar. Para batallar contra ello te ofreceremos unos consejos que podrán ayudarte a lograr que esta fobia ceda.
Conocerlos mejor
Muchas de las fobias nacen como producto de la desinformación. Es normal que le temamos a aquello que desconocemos. Es por ello que informarte mejor acerca de los gatos y sus conductas podría impactar de forma positiva en la manera en la que manejas el miedo que sientes al enfrentarlos.
Además, conocer más sobre su comportamiento podría ofrecerte herramientas que te ayuden a tratar con los felinos una vez que los tengas frente a ti.
Exposición gradual
Una de las formas más efectivas de acabar con nuestros miedos para siempre es enfrentándolos. Pero ten mucho cuidado para que esto funcione deberás hacerlo de forma gradual.
En primer lugar te recomendamos iniciar con una exposición a través de imágenes. Ver con cierta frecuencia fotos y vídeos de gatos podría ayudarte a acostumbrarte a la idea de tenerlos cerca.
Ubicar fotos de en revistas, libros, o tal vez de la forma más fácil: a través de internet te permitirá desensibilizarte y allanará el camino para tus futuros encuentros con los gatos.
Por otro lado, una vez que hayas superado esta fase con éxito y te sientas seguro será prudente comenzar a descubrirlos mejor en un entorno en el que puedas sentirte seguro. En principio será suficiente con permitirte estar a unos metros de ellos, quizá en algún momento ¡puedas incluso tocarlos!
Para que esto funcione te recomendamos llevar a cabo este método es un espacio abierto. De esta manera si tus miedos llegan a inundarte el agobio será más fácil de tratar y no te sentirás encerrado en ellos.
¿Qué hacer si la fobia a los gatos la sufre un niño?
Tratar este tipo de padecimientos desde la infancia puede facilitar las cosas durante la vida adulta. Para acabar con esta fobia de raíz en los niños se puede realizar una combinación sutil entre los dos métodos anteriores.
Conocer a los gatos a través de imágenes, fotos o mirar documentales educativos que puedan hablarnos sobre ellos. Además, ver películas o series animadas que tengan a felinos como protagonistas podrá ayudar a los más pequeños a identificarse con ellos y dejar de verlos como una amenaza.
En el caso del contacto físico lo más acertado es llevar este paso poco a poco y con mucha paciencia. Desarrollando así todo en un entorno seguro. Lo mejor es contar con la compañía de personas que hagan sentir al niño que está siendo cuidado y respaldado en cada momento de este proceso.
Tratamientos para la fobia a los gatos
Por otro lado, si la fobia a los gatos ha empezado a afectar todos los niveles de tu vida y no has sido capaz de solucionar este problema por ti mismo ¡Mantén la calma! Todavía existen opciones que puedes emplear de la mano de terapeutas profesionales. Esto te ayudará a enfrentar tus miedos con el mayor de los éxitos.
Para el tratamiento de este tipo de padecimientos los profesionales de la salud mental suelen acudir a técnicas bastante específicas. A continuación te contamos cuál es la más empleada entre todas ellas:
Terapia cognitiva conductual
El principal objetivo de esta terapia es ayudar a comprender al sujeto la necesidad de sustituir los pensamientos negativos que le ocasionan este miedo por unos más positivos y realistas. Esto se logra ayudando al paciente a recordar el origen de su fobia y demostrarle que se trata de un miedo más bien irracional.
Así mismo, la idea es que el terapeuta pueda ofrecer herramientas para que la persona pueda trabajar en las sensaciones de pánico, tensión y estrés a las que se encuentra sometida debido a la fobia. Ya que esto le permitirá modificar el curso de sus pensamientos y tener un comportamiento racional, superando así el miedo a los gatos.