¿Cómo darle una pastilla a un gato?
Uno de los mayores problemas a los que podemos enfrentarnos como dueños de un gato, es a la terrible tarea de tener que darle una pastilla a nuestra mascota una vez que esta se ha enfermado. El malestar que trae consigo un padecimiento médico puede hacer incluso más amargo este trago, y no solo para el felino, sino también para quien le cuida.
Además, algo que debemos tomar en cuenta es que una enfermedad no es la única razón por la que solemos dar a nuestro gato algún tipo de pastilla. Esto puede obedecer a razones como una desparasitación de rutina (que suelen tener lugar cada 3 meses), o tal vez necesitamos que ingiera algunas vitaminas que puedan fortalecer su organismo y correcto desarrollo.
Lo cierto es que para llevar a cabo esta actividad con éxito lo más probable es que debas aprender a ingeniártelas, e incluso quizá poner en práctica un par de trucos para poder darle una pastilla a tu gato y no morir en el intento.
Si tú también te has cansado de sufrir por este tema y estás desesperado por descubrir cómo darle una pastilla a un gato ¡No te preocupes! ¡Quédate junto a nosotros y deja que te revelemos todo lo que necesitas saber para poder triunfar al realizar esta tarea!
Cómo se le da una pastilla a un gato: trucos prácticos
A diferencia de otros tipos de animales de compañía, los gatos no destacan precisamente por su docilidad. Son además extremadamente inteligentes y poseen un agudo sentido del olfato, lo que les permite identificar las medicinas de manera rápida y rechazarlas, escupirlas o vomitarlas. Dificultándonos así el proceso de cumplir con sus tratamientos.
Uno de los escenarios donde más podemos sufrir como dueños de un gato es al darle una pastilla a nuestro minino. Sin embargo, esto no tiene por qué convertirse en una tragedia si logras dominar un par de trucos que te enseñaremos a continuación.
Lo primero: lograr que tu gato se tranquilice
Antes de pensar tan siquiera en la posibilidad de darle una pastilla a tu gato, lo primero que debes garantizar es que sus ánimos estén calmados. Para lograrlo te recomendamos ubicar a tu mascota en una zona de la casa donde se sienta cómoda. De esta manera le será más fácil mantener la calma y lidiar con toda la situación.
Dentro de nuestro hogar, los espacios preferidos por nuestros gatos suelen ser aquellos que están destinados para su alimentación. Es decir, si te sitúas cerca de donde pones su cuenco de alimentos habitualmente, esto podrá hacer que las cosas sean mucho más sencillas. Por otro lado, puedes apoyarte también en algún premio comestible. Ya que así sabrá que tras su esfuerzo le espera una buena recompensa.
Darle agua para beber antes de una pastilla
Otro truco que podrá facilitarte la difícil tarea de darle una pastilla a tu gato es el de ofrecerle agua para beber antes de iniciar el proceso. De esta manera podrás asegurarte de que la pastilla recorra su camino con mayor seguridad.
Uno de los problemas más comunes a los que nos enfrentamos a la hora de dar medicinas a nuestros felinos son los ahogamientos. Darle agua te permitirá prevenirlos, ya que así podrás evitar que la pastilla se quede atascada en la garganta de tu mascota.
Algo a lo que debes prestar atención es a las cantidades. Procura no excederte, con una pequeña cantidad de agua será más que suficiente para hidratar su garganta y eludir padecimientos como la esofagitis.
Sostén su cabeza hacia atrás
La posición de la cabeza de tu gato será otra de las claves que te ayudará a encontrar el éxito al llevar a cabo la odisea en la que puede convertirse darle una pastilla a tu minino.
Sostén su cabeza hacia atrás con un agarre firme, pero delicado. Apoya una de tus manos sobre la cabeza de tu gato llevándola a la posición adecuada. Recuerda dejar su cara al descubierto para poder así introducir la pastilla en su boca.
No olvides el mantenerte también en calma, esto le ayudará a tu gato a sentirse más seguro y podrá prevenir la realización de movimientos bruscos que puedan lastimarle. Una ventaja que te ofrecerá el meter la pastilla en su boca mientras su cabeza se encuentra inclinada es que tu gato no podrá escupir la medicina y gracias a la gravedad se la tragará en cuestión de segundos.
Mezcla la pastilla con sus alimentos
Otra de las alternativas más recomendadas que puedes probar para intentar darle una pastilla a tu gato es la de introducir la medicina en su comida. Pero ten mucho cuidado, el sentido del olfato tan avanzado que poseen los felinos podría sabotear este pequeño truco e impedir que esto funcione.
Para asegurarte de conseguir el éxito lo mejor es triturar la pastilla hasta convertirla en un polvo y amalgamarla con su comida favorita. Además, añadir a la mezcla sustancias como la malta puede ayudarte a potenciar el sabor de la comida e inhibir el de los medicamentos.
Otros alimentos que podrán disfrazar a la perfección cualquier olor o sabor fuera de lo común son el queso, el atún, las sardinas o cualquier otro pescado. Ya que poseen aromas tan intensos que la presencia de las medicinas a penas podrá notarse.
Realiza un pequeño cambio en la hora de la comida
Si tu minino ha resultado demasiado listo para el truco de la medicina disfrazada dentro de la comida, es probable que se resista a ingerirla, pero no hay nada que un ayuno más alargado no pueda solucionar.
Los gatos son animales que pueden acostumbrarse a las rutinas fácilmente, su reloj biológico está bastante ajustado y una vez que desarrollan hábitos se apegan a ellos con fuerza. Para lograr que tu mascota tome su pastilla solo deberás retrasar un poco su hora de la comida.
Eso sí, deberás prepararte mentalmente para lo que sucederá, ya que es posible que es posible que tu gato se disponga a realizar algunas pequeñas travesuras para llamar tu atención. No cedas ante ellas, y una vez pasado el tiempo que consideres prudente, vuelve a poner en su cuenco de los alimentos la dosis de la medicina que debe tomarse. Allí verás como el gato renuncia a su orgullo y se dispone a comerse todo, con la medicina incluida.
Como darle una pastilla a un gato agresivo
Tener que lidiar con un gato agresivo es siempre una tarea que debe desarrollarse con sumo cuidado. Ahora imagínate cuanto pueden complicarse las cosas si a la agresividad natural de este gato le sumamos el malestar y los cambios de humor que traen consigo la aparición de una enfermedad ¿lo visualizas? ¡Seguro que se trata de una imagen para nada agradable!
Además, algo que debes tener en cuenta antes de suministrar a tu gato un medicamento es el tipo de pastilla que le estás dando. Consulta con tu veterinario, ya que algunas medicinas como las pastillas de liberación prolongada no pueden triturarse. El motivo es que esto podría reducir en gran medida el nivel de su eficacia. Minimizando así la cantidad de tus opciones a la hora de decantarte por un truco eficaz.
¡Pero no tengas miedo! Todas las cosas tienen una solución y aunque pueda parecerte algo cuesta arriba, podemos asegurarte que darle una pastilla a un gato agresivo no es un imposible. Por ello nos dispondremos a contarte algunas técnicas que podrás emplear para lograr tu cometido sin tener que enfrentarte a grandes riesgos.
Antes de darle una pastilla envuelve al gato en una manta
Ante la agresividad de la que pueden hacer gala algunos felinos la solución más sencilla para poder proveerle sus medicinas sin sufrir accidentes es el limitar su movilidad. Sin embargo, esto puede ser algo complicado, ya que podemos lastimar a nuestros gatos si ejercemos demasiada fuerza al sostenerlos.
Para que este no sea tu caso, tu mejor aliada será una manta gruesa o una toalla. Ten en cuenta que para hacer uso de esta táctica necesitarás de la ayuda de alguien más.
El proceso es bastante sencillo, envuelve a tu gato de manera firme en la manta o toalla para limitar así sus movimientos sin llegar a lastimarlo. Mientras una de las dos personas sostiene al gato (y procura calmarle en lo posible) la tarea de la otra consistirá en llevar suavemente su cabeza hacia atrás y darle la pastilla.
De esta manera no solo evitarás que el gato pueda arañarte o lastimarse así mismo en su intento por librarse de las medicinas, sino que además te asegurarás de que se trague la pastilla en apenas segundos.
Inmovilízalo entre tus muslos
¿No cuentas con nadie que pueda ayudarte? ¡Mantén la calma! Aún tenemos opciones para ti. Aunque inmovilizar a nuestro gato con la ayuda de otra persona nos ofrece más alternativas, la verdad es que todavía existe la forma de llevar a cabo esta tarea aunque no cuentes con alguien más.
Lo primero que debes hacer es llevar a tu gato hacia una superficie estable y espaciosa en la que puedas moverte con comodidad. Posteriormente, sitúalo entre tus muslos manteniendo siempre sus patas debajo. Así podrás evitar que este pueda atacarte.
Con una de tus manos toma la cabeza del gato y asegúrate de que su nariz se encuentre mirando hacia arriba. Esto facilitará que tu gato abra la boca por sí solo favorecerá el desarrollo de todo el proceso. Haciendo uso de la mano que tengas libre deja caer la pastilla suavemente sobre su boca.
Finalmente, toma todas las precauciones que necesites para corroborar que tu gato se haya tragado la pastilla, ya que al soltarlo más rápido de lo debido este simplemente podría escupir o vomitar el medicamento.
Solicita ayuda profesional
Si llevas mucho tiempo intentando darle una pastilla a tu gato y este se ha tornado tan agresivo que después de cada intento, lo único que te espera es el fracaso, tal vez haya llegado el momento de recurrir a un profesional en busca de ayuda.
Aunque no se trata de una opción que consideraríamos en primer lugar por implicar gastos adicionales, es sin duda la más acertada de todas cuando las otras alternativas han comenzado a agotarse.
La experiencia de los veterinarios puede ayudarles a lograr que lo que a ti te ha resultado un imposible se convierta en una tarea de lo más sencilla. Además, podrás visualizar de cerca las técnicas que el médico utiliza y esto te ayudará a ponerlas en práctica por ti mismo en un futuro.
Cómo darle una pastilla a un gato con jeringa
Al tener que vernos en la obligación de darle una pastilla a nuestro gato podemos vernos expuestos ante mordidas, arañazos y mucho más. Una de las cosas que más podría facilitarte la vida es darle a tu gato su pastilla por medio de una jeringa.
En la actualidad el mercado del cuidado animal es tan amplio que existen elementos especializados para suministrarle las medicinas. Sin embargo, también podrás completar tus tareas utilizando jeringas tradicionales.
¿Qué hacer si utilizamos una jeringa tradicional?
Si no tienes a la mano una jeringa especializada para mascotas ¡no te preocupes! Lo más probable es que puedas darle la pastilla a tu gato utilizando una jeringa tradicional.
En primer lugar deberás contactar al veterinario de tu minino y asegurarte de que la pastilla que necesitas suministrarle pueda partirse. Una vez que has recibido el visto bueno del médico lo siguiente será machacar dicho medicamento hasta convertirlo en un polvo.
Para hacer uso de la jeringa con éxito necesitarás de un paso más: mezcla el polvo de la pastilla con agua para poder convertirlo en una solución. Ya habiendo completado todos estos pasos solo deberás introducir la jeringa dentro de la boca de tu gato y vaciar el contenido de la misma. Recuerda siempre mantener su cabeza hacia arriba.
Utiliza una jeringa para mascotas
Sin temor a equivocarnos podemos asegurarte que la técnica que más sencilla podrá resultarte es la de dar a tu gato la pastilla por medio del uso de una jeringa especial para dar medicamentos a mascotas.
Se trata de un práctico objeto fabricado en silicona que te permite proporcionarle a tu gato sus pastillas sin tener que partirlas o correr grandes riesgos. Para comenzar, solo deberás situar el medicamento en el orificio inferior de la misma.
Mientras sostienes la cabeza de tu mascota hacia arriba, introduce la jeringa en su boca y deja caer su contenido rápidamente. Para que tu gato no tenga más salida que tragársela mantén su boca cerrada durante unos pocos segundos.
Si ves que tu minino está necesitando de alguna ayuda para tragar masajea su garganta suavemente ¡y listo! ¡Así de fácil te habrás librado de una tarea que parecía imposible!