Información práctica

25 curiosidades de los gatos

Los gatos, junto a los perros, son los animales de compañía por excelencia y han sido mascotas desde tiempo inmemorable. Son hermosos animales, de movimientos sinuosos, juguetones y sumamente limpios, además de mantener su toque de independencia y misterio.

Si eres amante de los gatos seguro te encantará conocer algunas curiosidades sobre estos encantadores animales, que además te ayudarán a conocerlos mejor y así orientarte en tu relación con estas queridas mascotas. Así que, a continuación te presento 25 curiosidades de los gatos ¡Disfrútalas!

1. Adaptados a la oscuridad

Seguro te habrás percatado de la capacidad que tienen los gatos para ver en la oscuridad. Efectivamente, estos bellos animalitos han evolucionado para ser cazadores nocturnos y por ello son más activos en las tardes y en la noche, pasando gran parte de su tiempo en el día durmiendo o amodorrados en el cojín.

Para esto han desarrollado ojos grandes en proporción al tamaño de su cráneo y con capacidad para una amplia regulación de la pupila a fin de aprovechar la poca luz de la penumbra. Además, tienen córneas y cristalino de gran tamaño en relación a la totalidad del ojo.

2. El color de los ojos

En cuanto a los ojos, lo primero es que todos los gatos carecen de pestañas y nacen con los ojos azules, luego, en un período de unas 12 semanas, se define su color final. Este puede ser azul, verde, castaño o amarillento, con independencia del color del pelaje, aunque algunos colores están ligados, por ejemplo, los gatos de pelaje blanco en general tienen ojos azules o verdes.

Hay casos curiosos de gatos con un color diferente en cada ojo, generalmente esto ocurre en los gatos blancos.

3. El brillo de sus ojos al incidir la luz

Tiene que ver también con su aprovechamiento de la luz para su hábito nocturno. El caso es que poseen una delgada membrana de tono azulado situada detrás de la retina denominada tapetum lucidum que mejora la captación de la luz gracias a sus células reflectantes, es decir que reflejan la luz. De esta forma las células responsables de captar la luz, llamadas bastones, que están en la retina, se hacen más sensibles.

4. El parpadeo

Los gatos parpadean muy poco y esto es una gran ventaja para un cazador nato, ya que al parpadear se pierden segundos vitales que pueden permitir que la presa escape. Lo cierto es que no requieren parpadear tanto porque poseen un tercer párpado, la membrana nictitante. Esta membrana cubre y lubrica la conjuntiva, la membrana mucosa y la córnea del ojo, función que nosotros logramos parpadeando más seguido.

5. Percepción de los colores, campo de visión y enfoque

Los gatos poseen una capacidad diferente a la nuestra para percibir los colores. Si bien si los distinguen, en especial los tonos de verde y azul, no alcanzan la nitidez del ojo humano. Por ejemplo, no distinguen tonos de rojo, naranja y castaño o marrón. Mientras que en la oscuridad pierden casi totalmente la percepción del color, viendo todo en tonos de sepia, prácticamente en blanco y negro, pero con mayor nitidéz.

En su evolución, los gatos sacrificaron la percepción del color, así como la nitidez durante el día, la capacidad de enfocar y ver de lejos, pero perfeccionaron la capacidad de percibir movimientos, de ver de noche y con un campo de visión más amplio, hasta 200°, en lugar de nuestros 180° máximos.

6. Percepción del movimiento

Algo muy curioso de los gatos es que perciben muy bien los movimientos rápidos, pero si algo se mueve lentamente, lo perciben como si estuviera estático. Sin duda, es otra adaptación a la caza, a fin de captar los rápidos giros que da la presa intentando huir. Esto explica por qué a tu gato le encanta jugar con luces que se mueven velozmente o un cordel que agites por la habitación. ¡Lo impulsa su instinto cazador!

7. El color del pelaje de los gatos

Los gatos tienen una variedad de colores de pelaje, los hay monocromáticos, con dos colores y hasta con tres tonalidades, con patrones de manchas o atigrados, es decir con rayas. Hay gatos albinos, por lo que carecen de pigmentos y se ven totalmente blancos.

Aunque parece complejo, la realidad es que la genética detrás de esta variedad se basa en el control de la presencia de solo dos pigmentos, el negro y el rojo, si están ausentes el gato es blanco, sino el gato reflejará algún tono acorde con la combinación particular de estos dos pigmentos.

Pudiendo ser entonces: negro, gris o plateado, rojizo, violáceo, amarillo o castaño, en sus diversos tonos. Un caso curioso son los gatos de tres colores, condición ligada al sexo, por lo que todos son realmente hembras. Solo 1 de cada 3.000 es macho y tiende a ser estéril.

8. La flexibilidad y el sigilo gatuno

¡Los gatos nos impresionan con sus ágiles movimientos! Dan saltos espectaculares y se contorsionan de unas formas que nos parecen imposibles ¿Cómo lo logran?  Sin duda su sistema muscular y su esqueleto están perfectamente adaptados para ello.

Basta mencionar que su columna presenta discos muy flexibles entre sus vértebras, lo que les permite amortiguar el impacto de los saltos. Además, su clavícula es flotante, lo cual implica que sus patas están unidas a los hombros sólo mediante los músculos, proporcionándoles una mayor libertad de movimiento.

También tienen excelentes amortiguadores en sus patas, lo que unido al hecho de ser animales digitígrados, es decir que se desplazan apoyándose únicamente sobre sus dedos, los hace muy sigilosos.

9. Sus bigotes

A lo mejor te has preguntado qué función cumplen los bigotes de tu gato. Pues no están de adorno, la verdad es que son un sistema sensorial de primer orden. Esos 8 a 12 largos pelos móviles que tiene tu gato de cada lado entre la nariz y la boca, o vibrisas como se les dice técnicamente, llegan más profundamente en el cuerpo que los pelos comunes del gato.

Además, tienen numerosas terminaciones nerviosas, así como una extrema sensibilidad en su extremo libre. Mediante ellos el gato percibe incluso cambios en las corrientes de aire que contribuyen a su orientación y desplazamiento en la oscuridad, así como a detectar a su presa.

Por otra parte, si te fijas verás que su longitud combinada es igual al ancho del gato, por lo que le permite evaluar si puede atravesar por un espacio restringido sin problemas.

10. Las vibrisas no solo están en el bigote

Por otra parte, esos pelos especializados gracias a su alta sensibilidad táctil, no se encuentran únicamente en el bigote gatuno. Se localizan también sobre los ojos e incluso en la parte de atrás de las patas. De tal forma que proporcionan todo un equipo sensorial adicional para percibir movimientos y objetos, dándole al gato un dominio de su entorno.

11. Las siete o nueve vidas de un gato

Tradicionalmente se ha dicho que los gatos tienen varias vidas y en el pasado no se consideraba una metáfora para referirse a la resistencia y capacidad de sobrevivir de este bello animal, sino que realmente se pensaba que las tenían. Esta idea viene del antiguo Egipto, donde los gatos eran considerados sagrados y por tanto se decía que al igual que el ser humano, tenían siete reencarnaciones.

En el caso de los antiguos griegos, se pensaba que las vidas del gato eran 9. Hoy sabemos que los gatos tienen una sola vida, pero ciertamente su agilidad y resistencia hace que sobrevivan en situaciones increíbles. De hecho, se sabe de gatos que han logrado sobrevivir a caídas desde el piso 16 de un edificio.

12. La capacidad de caer de pie

Ciertamente los gatos, estando en buenas condiciones de salud, tienen la capacidad de caer sobre sus patas casi el 100% de las veces. Esto obedece a un reflejo condicionado que viene determinado por su muy desarrollado oído interno, el cual controla el equilibrio del cuerpo.

Por tanto, ante la pérdida del soporte, el oído percibe el desequilibrio e instintivamente se activan los reflejos para corregir la situación, llamados reflejos de corrección. De esta forma, el gato gira y asume la postura adecuada para caer sobre sus patas.

13. La duración de la vida del gato

Al comparar el ciclo de vida del gato con el ser humano, encontrarás que en promedio un gato vive entre 16 y 21 años. Por otra parte, en relación a nuestro período de vida, se dice que el primer año del gato corresponde más o menos a 15 o 16 de nuestros años, mientras que al alcanzar su segundo año tendría 21 o 25 años nuestros y a partir de allí cada año de su vida representa alrededor de 4 años humanos.

Sin embargo, esto no es tan exacto así, es más bien una referencia, ya que varía con cada animal. Algunos gatos manifiestan signos de vejez a sus 7 años, en tanto que otros no los manifiestan hasta los 12 años.

14. Rotan sus orejas hasta 180°

¡Sus orejas son verdaderas antenas parabólicas dirigibles! Dado que tienen un sistema muscular muy desarrollado, compuesto por 32 músculos en comparación con los 6 de nuestras orejas, los gatos pueden girar sus orejas trazando un semicírculo, es decir en un rango de 180°. Esto les permite moverlas de forma independiente y orientarlas a voluntad, lo cual incrementa su capacidad auditiva.

15. La expresión de sus estados de ánimo

Puedes conocer el estado de ánimo de tu gato interpretando sus expresiones, sobre todo prestando atención a sus ojos, orejas y cola. Si tu gato tiene los ojos entrecerrados indica reposo, tranquilidad, si por el contrario los tiene muy abiertos, está alerta, percibe una presa o una amenaza.

Si agita la cola está intranquilo, lo que también se deriva si ves sus orejas tiesas inclinadas hacia adelante. Por el contrario, si gira las orejas hacia atrás estará enfadado y si las coloca horizontales hacia los lados, es que está dispuesto a atacar por sentir una amenaza. En su estado más extremo de amenaza, arquea el lomo y eriza los pelos.

16. Sus prioridades

Cuando son cachorros sin duda que el juego y alimentarse son sus principales objetivos, sin embargo, una vez adultos, los gatos domésticos dedican la mayor parte de su tiempo a dormir y acicalarse, en lo que invierten más del 80% de su tiempo diario. Esto considerando que no tienen que preocuparse de buscar su alimento, cosa distinta en los gatos callejeros o que han vuelto a la vida silvestre.

17. La costumbre de arañar todo

Es posible que hayas vivido la experiencia de ver tu sillón favorito rasgado por tu querido gato. El caso es que los gatos desarrollaron sus garras con filosas uñas para ayudar en la cacería y para defenderse. Sin embargo, también les sirven para marcar su territorio, para trepar y hasta para estirar sus músculos en sus ejercicios diarios.

El problema es que la forma natural de arreglar sus uñas delanteras es arañando superficies, y a falta de troncos, buenos son sillones o cortinas. Así que lo mejor es garantizar un buen cuidado de sus uñas cortándolas adecuadamente cuando corresponde. También sirve colocar rascadores para gatos por la casa y formarle el hábito e usarlos.

18. El número de dedos por pata

Tal vez no te has fijado en el detalle de que tu gato no tiene igual número de dedos en las patas delanteras que en las traseras. ¡Así es!, normalmente los gatos tienen 5 dedos en cada pata delantera y 4 en cada trasera. Aunque no es poco frecuente gatos con mayor número de dedos en alguna pata.

19. Prejuicios sobre los gatos

A lo largo de la historia los gatos han despertado en los humanos tanto amor incondicional, hasta el extremo de la adoración, como odio irracional. Los egipcios los consideraban sagrados e incluso los momificaban al morir. Mientras que en la Edad Media se les asociaba con las brujas, especialmente a los gatos negros. Aún hoy, mucha gente considera mala suerte si se le atraviesa un gato negro en su camino.

20. Emiten más de 100 sonidos diferentes

Los especialistas señalan que los sonidos que emite un gato pueden llegar a ser más de 100. El más común es el maullido, el cual curiosamente usan especialmente para comunicarse con humanos, rara vez lo emiten entre gatos. Su función parece ser llamar la atención sobre algo, comida, salir o incomodidad. Hay un maullido especial, muy agudo y repetido, que emplean los gatitos para transmitir una emergencia a la madre.

Está también el ronroneo, un sonido rítmico y bajo que extrañamente lo usan tanto en situaciones de placer como cuando se sienten mal. Luego hay también llamadas sexuales, bufidos, chillidos y muchos otros.

21. Son muy limpios

Los gatos son animales muy cuidadosos con su higiene, de hecho, invierten gran parte de su tiempo acicalándose. Para ello lamen el pelo con su áspera lengua hasta dejarlo brillante y sin polvo. Igualmente, rechazan su caja de arena si se encuentra sucia y buscarán otro lugar donde hacer sus necesidades fisiológicas.

22. La bola de pelos

Debido a su forma de acicalarse, lamiendo su pelaje, los gatos ingieren una importante cantidad de pelos. Estos normalmente se expulsan con las heces, pero a veces se ven obligados a vomitar verdaderas bolas de pelos. Lo mejor es cepillar diariamente a tu gato para evitar que ingiera demasiado pelo, ya que puede llegar a causar obstrucciones intestinales.

23. Aunque son carnívoros, comen hierbas

Seguro te habrás fijado en que si tu gato tiene oportunidad comerá de vez en cuando las hierbas del jardín. Lo hacen instintivamente para incrementar la actividad intestinal y ayudar a expulsar posibles parásitos, así como para desintoxicarse o aliviar trastornos digestivos. En algunos casos eso induce el vómito y les permite expulsar aquello que les esté causando inconvenientes.

24. Perciben ciertos olores por la boca como las serpientes

Cuando tu gato permanece quieto, mirando fijamente a la nada y levanta su labio superior, eleva la cabeza, abre la boca y parece inhalar aire, está entrando en acción su órgano de Jacobson. Se trata de una estructura ubicada entre la boca y la nariz, especializada en captar sobre todo hormonas sexuales.

25. Lo que más les molesta

Como te habrás percatado, a los gatos en general no les gusta que los mojen y los ruidos fuertes les generan estrés, principalmente por su audición tan desarrollada. Otra cosa que posiblemente es menos conocida es que no les gustan los olores penetrantes, ya que afectan su olfato, así que la cocina muy especiada no es lo suyo.

Ten en cuenta que sus fosas nasales tienen 19 millones de terminaciones nerviosas, en comparación con los 5 millones que hay en las nuestras. Por otra parte, aunque ellos son muy independientes, no les gusta que no les prestes atención y te insistirán hasta que los tomes en cuenta cuando así les apetece.